viernes, 31 de diciembre de 2010

Lo bueno si breve, dos veces bueno

Cómo no, gris. Y pienso que no hay mejor manera de despedir el año, con un color neutro. Día de propósitos, deseos, felicitaciones, comilonas y una despedida por todo lo alto.
Pero ¿qué tiene de especial? Hoy es un viernes cualquiera y de repente la gran mayoría decide que no ha sido suficiente, que el año que han vivido no lo han exprimido ni han hecho todo lo posible. Así que manos a la obra, estrenando año y con una larga lista de cosas por hacer que abruman, así cualquiera, a nadie le gusta que le pongan tarea y menos a un año que recién comienza. Es demasiada responsabilidad.
Y es cuando pienso ¿una lista? ¿por qué necesitamos una lista de cosas por hacer y predeterminadas?
Cada año es como es y es nuevo porque no sabes lo que te esperará, ¿no?. Entonces, ¿por qué imponerle desde el principio unos límites?
Un año insuperable personalmente, posiblemente mejorable. Pero ahora mismo a día 31 no puedo pedir más. Sin propósitos para ningún año me rijo por la regla de hazlo lo mejor que puedas siendo feliz. Y lo he conseguido.
Este año voy a conseguir lo inmejorable.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Hay que escuchar de todo

Llegar, salir y encontrarse. Simple, directo, habitual y, por supuesto, imprescindible. Comenzar una conversación, luego otra y hacer reír. Pero eso es exactamente lo que se pretende, recordar momentos precisos que de forma imprecisa tratan de guiñarte el ojo. Y nos miramos, nos volvemos a reír, abrazos, canciones y una adolescencia plagadita de momentos sin desperdicio alguno.
Y se alarga la noche, se alargan las sonrisas, la música y nos vamos yendo a dormir. Y vuelvo a otro sitio, sabiendo a lo que iba, sin embargo, me despisto, queriendo, pero eso no se sabe. Y se termina la noche, vuelven las despedidas, las sonrisas y los dos besos... y una cosa más, llámame para lo que sea.
Listo. Conseguido, asoma la lujuria. Maldito tiempo de espera, pero qué bien sienta.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Desmontando el momento

Es todo tan extraño que no me extraña. Vaya un vaivén de ideas, sentimientos y saldo.
El ruido de una olla exprés no es comparable, se me caía el mundo a pedazos y como en un flashback se recompone... no es perfecto, pero parece que no me muero en el intento de mantener los ojos abiertos sin pensar que me he equivocado.
Pero hay algo extraño... una estúpida idea ronda mi cabeza, pero son las Navidades que me ponen ñoña, esa es mi excusa de hoy. Solo queda que suene y resuene en mi cabeza que soy incoherente, pero es que incoherentemente quiero serlo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

La valentía del momento equivocado

Llevaba algunos días pensando  "¿y si lo hago de una vez?". Pero justa coincidencia, las cosas son lo más exactas posibles cuando menos quieres que lo sean, y yo simplemente quería ganar una vez. Simplemente ganar una pequeña batalla.
Y es entonces cuando se me desmonta, se me desmonta el mundo, me sorprende la quietud de mi alrededor.
Metiéndome en la boca del lobo, las fauces, los dientes, el aliento húmedo y, de repente, me ha mordido. En el fondo lo esperaba, pero la realidad me aturde aún sabiendo que llegaría.
Vidrioso, ¿qué es esto?... una gama tonal inesperada.
Me miro por dentro y pienso que esta es la despedida. Un placer. Adiós.

martes, 14 de diciembre de 2010

El ingenio tocando a mi puerta y yo sin saberlo

Tanto tiempo queriendo escribir y lo simple que se hace cuando unas frases que en un principio no son mucha cosa se enlazan y el ingenio humano vuelve a llamar a tu puerta pillándote otra vez, como tantas, desprevenida.
Supongo que la mayoría de las cosas las hacemos con ayuda inconsciente de los demás, pero qué satisfactorio resulta cuando sale sin querer y sin ser (ni pretenderlo) objeto de ello. 
Las palabras son la mayor incógnita que se nos puede presentar; las respuestas, la expectación y el ingenio; las preguntas, la curiosidad infinita y las ganas. Tanto nos influyen que tienen el inmenso poder de hacerme sonreír hasta que se me pierden los ojos tras los mofletes.
¿Qué mejor sensación que una sonrisa tras leer algo que no esperas?

- Sigo esperando que me contestes.
y yo
- ¿Querés esperar conmigo?
- Contigo, por supuesto. ¿Me llevo las cartas?
- Si, bueno. Sabés jugar a la Brisca?. Sino andá pensando historias que contar.Como quieras.
- Sé jugar, creo. Si no, me preparo un par de historias. Más te vale saberte unas buenas.
- Pufff tengo de cualquier clase, tipo, kind of...de todo. MATE!? Siempre viene bien!
- Estupendo, me encanta. Si quieres voy metiendo una cajita con galletas que hice anoche, ¿te apetece algo?
-Te gusta el mate? Cada día subes escalones, eh!. Se comenta que haces un Brownie excelente. Pero vamos si las galletitas son tuyas propias, seguro que están muy ricas. Igual, hay que coger sudadera o mantita, refresca un poco. 
- Por supuesto que llevaré Brownie, pero era sorpresa. Todo casero, ¡cómo no!. Me llevo una mantita que tengo por aquí, pero llévate algo por si acaso. No te vaya a pegar el resfriado.
- Joder, siempre meto la pata, cago todo. Por 3 segundos pensé en que podía ser de verdad esta conversación. Y tuve que abrir los putos ojos. Me ví acá, por irme al curreli y teniendo que estudiar. Vaya chasco coleguisha! Un beso! :s WTF!
- ¿Qué mejor que lo que uno se inventa? Por lo menos nos distrajimos un rato. Un besito,suerte!
- Tan inventado que parecía cierto. Que nos distrajimos? Yo ya estaba con el mate preparado, la capucha puesta y la mochila al hombro. =) BONITA!
- Pues entonces, nos queda solo decidir día y hora. =)

jueves, 2 de diciembre de 2010

Me ven a través de la persiana

Esta vez ha sido la mejor, la mejor de las veces. Quizá algo ha cambiado, pero es demasiado.
Las pausas lo hacen de otra manera; el ritmo provoca una percepción diferente, el olor, que sea único. Quizá haya sido el sol y que la noche se ha aparcado por una vez o quizá la persiana medio subida o tal vez las palabras...mejor, simplemente mejor.
Y es entonces cuando me doy cuenta de que se me dibuja la sonrisa, pero se me olvida... porque el olvido es la opción correcta en este caso. Diagnóstico precoz. Y yo qué sé, solamente...
Reitero.

sábado, 20 de noviembre de 2010

La belleza de un talento desgastado

Un sin fin de emociones que nunca es igual.
Un planeta distinto alejado del mundo por unas horas donde mires donde mires no hay nada ni nadie extraño aunque seamos desconocidos...
Y cuando nos miramos a los ojos, cuando se aunan nuestras voces en un par de segundos y el respeto me invade por dentro, cuando sientes esa mezcla entre miedo y unas ganas de demostrarlo todo que se confunden y no me dejan respirar...me explota el pecho. 
Esos segundos suspendidos en el aire que resumen todo lo que se te pasa por la cabeza. Esos segundos eternos que parecen meses y que deseas que empiecen y acaben a la vez. Cuando el cuerpo se te congela y no sientes nada…choque, el corazón me late deprisa, el pecho aún no me explota y es entonces cuando empiezo a vivir.
Nunca estaré sola.­

A mis niñas de los martes y los jueves, gracias por confiar en esta pequeña novata.

martes, 16 de noviembre de 2010

¿nos hemos vuelto locos?

Tan pequeñita, pequeñita... pero con tantas cosas que sentir. Tan feliz por un detalle y tan devuelta a la vida por una simple canción. 
Ese momento donde se enseñan sin querer, donde se dicen cosas intelegibles y te tiembla todo el cuerpo, y aunque nunca hayas compartido nada con las personas que te rodean, te sientes como en casa. No hay nada como la sensación tras volver a tomar aire después de soltar una carcajada que te renueva por dentro.
¿Y será raro eso que pasa? ¿es que nos hemos vuelto locos? ¿la biología nos traiciona? Se ve que sí, pero no creo que haya que ponerle impedimento.
Como bien decía un chileno bien conocido:
"cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
por que me moriría."
Qué simple es dibujar una sonrisa.

lunes, 8 de noviembre de 2010

En silencio se ve todo mejor

Ser brillante no sé si es una cualidad excepcional. Ser brillante es una suerte que se tiene o no se tiene en esta vida. A veces se es nulo para unas cosas, pero eso no significa que no se tenga ese algo especial que sin quererlo hace que te desmarques del resto. A veces hay que rasgar unos milímetros para verlo, otras se huele desde el principio.
A veces no hace falta interactuar, a veces, y por suerte son las mejores veces, solo observando se esboza una sonrisa que te hace comprender que un día sin que la persona se de cuenta de tus oscuras intenciones, le dirás: "¡hola! ¿Cómo te llamas?"... y esperas con esperanza que te responda y así pegarte un poco a ella, porque "conviene estar cerca de esas personas" (R.C).
Hay que ser lo suficientemente listo, que no inteligente, como para darse cuenta de este tipo de cosas. Lo único malo que podrás salvar será un buen listado de buenas frases, ideas brillantes, juicios precisos y, por supuesto, ser un poquito más sabio.

"Línea, llámalo como quieras...pero ojalá tenga la suerte de saber más cosas de tí y de cómo funciona esa cabeza"


Solamente decir: "¡Hola! ¿cómo te llamas?".





viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Quién dice que la claridad no duele?

Como si no importase, como si no nos conociésemos... así es.
Semana tras semana y siempre en el mismo lugar somos extraños, supongo que es la apariencia, apariencia o es que simplemente es así.
Aunque nos rocemos sin tocarnos y nos rocemos con el aire parece que nunca ha sido así. Infinitas las risas, inconmensurables los recuerdos, imposibles los momentos, pero seguimos siendo extraños.
En este mundo paralelo entre los dos nada es real y todo lo es. A veces me desconcierta pero "¿quién dice que tú y yo hablemos?" ¿no? Nunca sabré donde queda la línea entre lo real y lo que nos inventamos... entre lo que es y lo que aparentamos ambos... pero en la dificultad de la definición del momento en el que pronuncié "son incidentes del viaje" no hicieron falta las palabras.
¿Los términos?¿las definiciones? Ese tipo de cosas quedan para aquellos que nunca supieron exactamente qué es lo que quieren o lo que son y por supuesto, para mí, todo esto está demasiado claro.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Demasiado de menos

Te das cuenta cuando ya no debería importarte tanto que las cosas se te escapen de las yemas de los dedos, las cosas y el cariño.
Todo empieza con los típicos "no pasa si no quieres", cosa que es cierta, pero no sé cómo, no quieres pero pasa. Y dos años después crees que se te acaba el mundo cuando te acuerdas de los cuchillos voladores por el salón, de las peleas interminables corriendo por el sótano (no he estado tan en forma en mi vida) y de esas risas cómplices escondidos detrás de la ventana haciendo un teatrillo con unos peluches en mitad de los exámenes.
y te preguntas, ¿cómo he llegado hasta aquí?...


Y de repente, se infiltra un pequeño trozo de papel escrito a las 4.30 de la mañana y metido cuidadosamente en mi maleta. Y es entonces cuando me acuerdo de que siempre serás mi estrella particular y que espero que nunca se te olvide que ... ¡eres más fuerte que el sol!.

domingo, 31 de octubre de 2010

El ruido de la noche de las risas

Esperando, esperando se me pasa el tiempo y los motivos para estar aquí.
Se me olvida por qué me fui, se me olvida por qué volví. Solo por un segundo se me olvida.

Respiré el humo de la noche de las risas, de los abrazos incansables... interminables, de la sonrisa infinita, de no importa el tiempo que pase, de "no necesito nada más".
Que se pare el tiempo. Porque esperando se me olvida y se me pasan los momentos incontables de viejas miradas que lo dicen todo sin mediar palabra alguna y que hacen tanto ruido.
¿Y si se parase el tiempo?... que se quede en el lejano vaivén de las olas para así ayudarme a recordar por qué volví.