sábado, 20 de noviembre de 2010

La belleza de un talento desgastado

Un sin fin de emociones que nunca es igual.
Un planeta distinto alejado del mundo por unas horas donde mires donde mires no hay nada ni nadie extraño aunque seamos desconocidos...
Y cuando nos miramos a los ojos, cuando se aunan nuestras voces en un par de segundos y el respeto me invade por dentro, cuando sientes esa mezcla entre miedo y unas ganas de demostrarlo todo que se confunden y no me dejan respirar...me explota el pecho. 
Esos segundos suspendidos en el aire que resumen todo lo que se te pasa por la cabeza. Esos segundos eternos que parecen meses y que deseas que empiecen y acaben a la vez. Cuando el cuerpo se te congela y no sientes nada…choque, el corazón me late deprisa, el pecho aún no me explota y es entonces cuando empiezo a vivir.
Nunca estaré sola.­

A mis niñas de los martes y los jueves, gracias por confiar en esta pequeña novata.

martes, 16 de noviembre de 2010

¿nos hemos vuelto locos?

Tan pequeñita, pequeñita... pero con tantas cosas que sentir. Tan feliz por un detalle y tan devuelta a la vida por una simple canción. 
Ese momento donde se enseñan sin querer, donde se dicen cosas intelegibles y te tiembla todo el cuerpo, y aunque nunca hayas compartido nada con las personas que te rodean, te sientes como en casa. No hay nada como la sensación tras volver a tomar aire después de soltar una carcajada que te renueva por dentro.
¿Y será raro eso que pasa? ¿es que nos hemos vuelto locos? ¿la biología nos traiciona? Se ve que sí, pero no creo que haya que ponerle impedimento.
Como bien decía un chileno bien conocido:
"cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
por que me moriría."
Qué simple es dibujar una sonrisa.

lunes, 8 de noviembre de 2010

En silencio se ve todo mejor

Ser brillante no sé si es una cualidad excepcional. Ser brillante es una suerte que se tiene o no se tiene en esta vida. A veces se es nulo para unas cosas, pero eso no significa que no se tenga ese algo especial que sin quererlo hace que te desmarques del resto. A veces hay que rasgar unos milímetros para verlo, otras se huele desde el principio.
A veces no hace falta interactuar, a veces, y por suerte son las mejores veces, solo observando se esboza una sonrisa que te hace comprender que un día sin que la persona se de cuenta de tus oscuras intenciones, le dirás: "¡hola! ¿Cómo te llamas?"... y esperas con esperanza que te responda y así pegarte un poco a ella, porque "conviene estar cerca de esas personas" (R.C).
Hay que ser lo suficientemente listo, que no inteligente, como para darse cuenta de este tipo de cosas. Lo único malo que podrás salvar será un buen listado de buenas frases, ideas brillantes, juicios precisos y, por supuesto, ser un poquito más sabio.

"Línea, llámalo como quieras...pero ojalá tenga la suerte de saber más cosas de tí y de cómo funciona esa cabeza"


Solamente decir: "¡Hola! ¿cómo te llamas?".





viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Quién dice que la claridad no duele?

Como si no importase, como si no nos conociésemos... así es.
Semana tras semana y siempre en el mismo lugar somos extraños, supongo que es la apariencia, apariencia o es que simplemente es así.
Aunque nos rocemos sin tocarnos y nos rocemos con el aire parece que nunca ha sido así. Infinitas las risas, inconmensurables los recuerdos, imposibles los momentos, pero seguimos siendo extraños.
En este mundo paralelo entre los dos nada es real y todo lo es. A veces me desconcierta pero "¿quién dice que tú y yo hablemos?" ¿no? Nunca sabré donde queda la línea entre lo real y lo que nos inventamos... entre lo que es y lo que aparentamos ambos... pero en la dificultad de la definición del momento en el que pronuncié "son incidentes del viaje" no hicieron falta las palabras.
¿Los términos?¿las definiciones? Ese tipo de cosas quedan para aquellos que nunca supieron exactamente qué es lo que quieren o lo que son y por supuesto, para mí, todo esto está demasiado claro.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Demasiado de menos

Te das cuenta cuando ya no debería importarte tanto que las cosas se te escapen de las yemas de los dedos, las cosas y el cariño.
Todo empieza con los típicos "no pasa si no quieres", cosa que es cierta, pero no sé cómo, no quieres pero pasa. Y dos años después crees que se te acaba el mundo cuando te acuerdas de los cuchillos voladores por el salón, de las peleas interminables corriendo por el sótano (no he estado tan en forma en mi vida) y de esas risas cómplices escondidos detrás de la ventana haciendo un teatrillo con unos peluches en mitad de los exámenes.
y te preguntas, ¿cómo he llegado hasta aquí?...


Y de repente, se infiltra un pequeño trozo de papel escrito a las 4.30 de la mañana y metido cuidadosamente en mi maleta. Y es entonces cuando me acuerdo de que siempre serás mi estrella particular y que espero que nunca se te olvide que ... ¡eres más fuerte que el sol!.