miércoles, 4 de abril de 2012

El método.

Las personas son un conjunto de acción-reacción. Nunca tuve mejor ejemplo que el actual. La modulación y la influencia del comportamiento no es más que el resultado de la ecuación personalidad propia / personalidades cercanas. Todos los senderos que tomamos están marcados por quienes tenemos alrededor, no es un misterio.
¿Cómo saber cuán importante resulta alguien para una persona? Para darse cuenta hay que dar 5 pasos atrás, cerrar los ojos, respirar y volver a mirar. 
Para poder hacerlo no hay mejor manera que alguien te decepcione. El punto y seguido en la reflexión sobre las relaciones. Acción-reacción.
La grandeza de las relaciones reside en la confianza que tenemos en pensar en un igual, en alguien que se asemeja. Quizá es una gran equivocación, pero es una unidad de medida sobre dicha influencia inicial.
Después de todo el método: la decepción, la medición, los daños colaterales, ¿cómo volver a dejar a la otra persona tener la misma capacidad de influenciarnos de antes o, incluso, la misma capacidad que otra personalidad cualquiera de nuestro alrededor?
Y he ahí cuando este método de ecuaciones y mediciones se desmorona. No hay ninguna operación exacta ni cuantificable para determinar el resultado de una decepción. No hay método para el daño al corazón.


Inmemoriable

Septiembruno,el último al que dije "hola", pero qué le voy a hacer. Este Erasmus me consume el tiempo y se me olvidan ciertos momentos. Los propios. Escribir, dibujar, dejé una pequeña parte de mi tirada en la cuneta de las nubes y los parques interminables.
Demasiados meses que condensar. Se intentará. No prometo nada, prometer es de necios.