sábado, 20 de noviembre de 2010

La belleza de un talento desgastado

Un sin fin de emociones que nunca es igual.
Un planeta distinto alejado del mundo por unas horas donde mires donde mires no hay nada ni nadie extraño aunque seamos desconocidos...
Y cuando nos miramos a los ojos, cuando se aunan nuestras voces en un par de segundos y el respeto me invade por dentro, cuando sientes esa mezcla entre miedo y unas ganas de demostrarlo todo que se confunden y no me dejan respirar...me explota el pecho. 
Esos segundos suspendidos en el aire que resumen todo lo que se te pasa por la cabeza. Esos segundos eternos que parecen meses y que deseas que empiecen y acaben a la vez. Cuando el cuerpo se te congela y no sientes nada…choque, el corazón me late deprisa, el pecho aún no me explota y es entonces cuando empiezo a vivir.
Nunca estaré sola.­

A mis niñas de los martes y los jueves, gracias por confiar en esta pequeña novata.

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