domingo, 23 de enero de 2011

Son siete

Estos días sin nombre que se pasan sin saber cómo ni qué hacer, estas semanas raras. Los días solamente cobran sentido cuando se acerca uno de los tan esperados en los que te sacas de la cabeza todo de lo que la has llenado. Y fin. Sin sentido otra vez. Pero raro factor común, ahora parece que uno de ellos tiene los mismos síntomas. Los domingos. Se me vuelven ñoños, melancólicos, faltos de un abrazo que los sostenga, los recomponga y les de ánimos para terminar las pocas horas que le faltan para dejar de ser un día sensiblón que comenzó enfadado y, más bien, cabreado con las palabras. Ahora reconozco a los domingos entre una "Marea" de ignorancia, por ser noches de "Fuga" y que esperan "Cada dos minutos" una gotita de mimos.
Fin. Se acabó, no los dejo. Que comience la semana, prefiero los "Lunes de Octubre".

1 comentario:

  1. Ahora mismo prefiero los Lunes, esos que tanto odiábamos en el colegio....

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