Y es que hoy me han aconsejado que me compre un paraguas, por si me pilla desprevenida la lluvia. Así no me mojo. Y eso haré, no ha podido ser más exacto, un paraguas que me proteja, que quiero seguir riendo.
martes, 18 de enero de 2011
Me voy a comprar un paraguas
Estado de adrenalina pura, risa incontrolable y felicidad absoluta. ¿La fórmula? El secreto mejor guardado que tengo: la ignorancia de no saber el por qué. Como cosquillas que serpentean por el pecho que te hacen reír como cuando eras pequeño, soltando todo el aire sin vergüenza ni cohibición alguna, esa risa atronadora que te hace llegar al mayor estado de apacibilidad y relajación. Es esa que se pega, que no se para fácilmente, que por más que lo intentes sigue con el paso de los minutos y esa que hace que se me escondan los ojos tras los mofletes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay que también aprender a disfrutar al sentir las gotas sobre tu cara en días lluviosos pero con cielo azul intenso y deslumbrante.
ResponderEliminarDeslumbrante como tu sonrisa.