lunes, 14 de marzo de 2011

Cartas de Ishihara

¿Qué son tres semanas exactas si no más que 21 días? Comienza un pequeño despertar de un sueño que no termina de hacerse realidad pero que ya ha superado con creces lo que jamás hubiera esperado de mí ni vuelto a soñar. Tres fases, cuatro dictámenes. Finalmente al norte y con el verde a cuestas. Verde que te quiero verde. Eso dicen, pues practicable lo impracticable, siendo R2D2 y una especie de cavernícola con media mandíbula desencajada no puedo evitar cerrar los ojos y apretar como cuando soplas un diente de león. Que se haga realidad, ya que tengo el verde...ahora sueño con el rojo.
El rojo, evocando cosas y provocando. Provocador, qué osadía. Por ello, interrogatorio, aunque con un final ciertamente anticipado. Quizá no es exacto el término, digamos mejor preciso y planeado por una inconsciencia traicionera que juega malas pasadas. Y finalmente el provocador provocado traicionado es libre de jugar como quiera y volver a provocar donde menos cómodo se sentía. Ahora la brisa nocturna de la respiración del parque lo deja todo negro, para que vuelva como al principio el Cine de las Sábanas Blancas.
Blanco, otra página más. Los tachones se suceden y pintan mi página de mil colores, de mil borrones. No ha sido otra cosa que 21 días de sucesiva desorientación, daltonismo dicen que se llama.

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